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Curado y Desvenado

“Luego de la cosecha, los colaboradores de SIJARA comienzan con el periodo del secado y el desvenado, en los que se culmina la producción del tabaco que podemos disfrutar. Así como en el cultivo, el conocimiento y la técnica nos permiten mejorar el producto que nos ha ofrecido la naturaleza. Es un trabajo impregnado de amor, sabiduría, paciencia y constancia”.

Diversos tipos de secado:

El secado, que también se conoce como curado, depende de la variedad que se esté produciendo. Uno de los objetivos del curado es retirar un porcentaje de la clorofila de las hojas y propiciar la generación de taninos, que otorgan el sabor y el olor.

El tabaco Burley, por ejemplo, se seca al aire. Se cosecha la planta entera y se le traslada a los secadores, donde se cuelga con las raíces hacia arriba con alambres. Ahí permanecerá hasta el invierno, cuando la humedad permita tomar las hojas sin romperlas. La temperatura debe mantenerse entre los 19 y los 33°. La humedad en el aire debe rondar el 70%. Hay que cuidar que circule el aire en todo momento y no se estanque. 

La variante Virginia se seca en ambiente controlado, con fuego indirecto. Esto le da a la hoja nuevas texturas, sabores y olores, pues adquiere propiedades del humo y la madera.  Las hojas primero se tornan amarillentas, lo que ocurre rápidamente. Después se secan y, por último, se seca también el tallo. Es cuando están listas para la siguiente etapa.

 

El desvenado

Una vez curadas, las hojas son clasificadas por su color y su posición, para facilitar el almacenamiento y el traslado. Se forman paquetes que se trasladan a las instalaciones de desvenado. Aquí, manos expertas retiran hábilmente la vena de la hoja, es decir, la parte “sólida” que le da estabilidad. A esto también se le conoce como despalillamiento.

Las hojas ya desvenadas se colocan en cajas que se almacenan en condiciones controladas de humedad y temperatura. Después de esta etapa, las hojas están listas para el proceso final de fabricación de cigarrillos.